Ser madre es un trabajo a tiempo completo. Es probable que en más de una ocasión hayas escuchado esa frase. Sin embargo, lo cierto es que se queda corta. Según un estudio realizado por Welch’s, una firma alimentaria estadounidense, ser madre equivale a tener dos trabajos y medio.

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Madres que pasan de un trabajo a otro

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Los investigadores analizaron el día a día de 2.000 madres estadounidenses que tenían hijos de entre 5 y 12 años de edad y trabajaban además fuera de casa. Así descubrieron que esas mujeres trabajaban una media de 98 a 100 horas cada semana. Normalmente las madres se levantaban a las 6:23 de la mañana y terminaban sus tareas domésticas a las 8:31 de la noche.

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Si tomamos en consideración que en la mayoría de los empleos la jornada laboral es de 39 horas semanales, es muy fácil sacar las cuentas. Las madres trabajan más de dos jornadas completas a la semana, si bien por una de ellas no recibían ninguna remuneración económica.

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Las madres entrevistadas se lamentaban porque tenían muy poco tiempo libre para ellas, poco más de una hora al día. De hecho, más de un 40% reconocieron sentirse agotadas debido a la cantidad de tareas que debían desarrollar cada día en el hogar. Afirmaban que cuando terminaba su jornada laboral, comenzaba la siguiente jornada dentro de casa.

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Cuatro de cada diez madres también confesaron que sentían que su vida era una serie interminable de tareas, los siete días de la semana, sin descanso. Otras reconocían que les resultaba difícil planificar la vida familiar para que todo funcionara sin problemas. El 72% de las madres afirmaron que les resultaba difícil lograr que los niños comieran alimentos saludables, generalmente porque los miembros de la familia eran demasiado exigentes y cada quien quería un menú diferente.

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No cabe dudas de que la entrega de muchas mujeres a su familia es total. La mayoría de las madres entrevistadas reconocían que sacrificaban a menudo su cuidado corporal, ir de compras con las amigas, dedicarle tiempo a alguna de sus pasiones o cosas tan esenciales como poder descansar durante todo el día cuando están enfermas o tomarse una larga ducha a solas.

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Cuidarte es esencial, por tu bien y el de tu familia

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No hay dudas de que cuidar a los niños y mantener una casa es un trabajo que demanda una gran dosis de sacrificio y, si bien es cierto que no está remunerado económicamente, a menudo los abrazos y besos de los niños son una recompensa más que suficiente. De hecho, la mitad de las madres chilenas creen que los abrazos son la mejor manera de que su familia les demuestre su agradecimiento.

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Sin embargo, debes asegurarte de no caer en los extremos. El exceso de responsabilidades y el agotamiento pueden terminar pasándote factura desde el punto de vista psicológico y físico, además de afectar tus relaciones interpersonales y de pareja.

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Busca el apoyo de las personas que te rodean para que puedas encontrar un poco de tiempo para cuidar de ti misma. Así podrás recargar energía. De hecho, ese tiempo contigo misma no solo te ayuda a relajarte, de manera que estarás menos irritable, sino que también te permitirá “reiniciar” el cerebro. Recuerda que la mejor manera de hacer felices a tus hijos, es ser feliz tú misma. En el hogar todos deben colaborar y tener responsabilidades, incluso los niños, según su nivel de desarrollo. No tienes por qué cargar con todo tú sola.

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¡Gracias por todo y muy feliz día :)!
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